Propietario de la disco Jet Set admite filtraciones antiguas en edificio colapsado

Republica Dominciana, Antonio Espaillat revela que nunca se revisó el techo del local pese a filtraciones desde los años 80 Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, cuya estructura colapsó recientemente en Santo Domingo, declaró que el edificio donde funcionaba el centro nocturno siempre presentó filtraciones, incluso desde antes de su adquisición a finales de los años 80.

Durante una entrevista exclusiva con la periodista Edith Febles para el programa El Día, transmitido por Telesistema, canal 11, Espaillat afirmó:

“Siempre en el edificio hubo filtración, inclusive cuando lo compramos, a finales de los años 80, tenía filtraciones ese edificio”. A pesar de estas condiciones, también reconoció que nunca se llevó a cabo una revisión del techo para evaluar su estado.

Es preciso volver a destacar que, al ser entrevistado, el empresario confirmó que el techo del local nunca fue verificado, asegurando a la vez que las filtraciones han existido en la estructura desde que fue adquirido el inmueble, en el 1980.

“Nadie nunca verificó el techo, nunca…las filtraciones de agua la teníamos siempre, desde los 80”, indicó Antonio Espaillat.

El edificio que albergaba el famoso cine El Portal, y que posteriormente se convirtió en una discoteca, tiene una historia que refleja los cambios y desafíos del sector empresarial en la ciudad. Según relató el empresario Antonio Espaillat, el inmueble en cuestión fue originalmente un cine conocido como El Portal, que operó durante varios años en una ubicación privilegiada cercana a la emblemática planta de Coca-Cola.

Espaillat explicó que la adquisición del espacio ocurrió en un momento en que la empresa Coca-Cola, propietaria del terreno, anunció que requeriría ese espacio para sus propios fines. «El Jet Set, que estaba justo al lado de la Coca Cola y tenía aproximadamente 21 años en esa ubicación, fue comprado a sus propietarios cuando nos informaron que necesitarían el terren0», relató. La relación entre ambas empresas, según su testimonio, fue cordial y de cooperación, y en ese momento se solicitó un plazo de tres años para realizar la mudanza.

La decisión de trasladar la discoteca al antiguo cine, añadió Espaillat, fue motivada por la intención de mantener la cercanía con su clientela habitual. «Queríamos que el público pudiera seguir asistiendo sin dificultad alguna, por eso elegimos un lugar cercano y con buena comunicación», indicó.

En cuanto a las modificaciones en la estructura del edificio, el empresario aclaró que no se efectuaron cambios mayores. «Lo único que hicimos fue nivelar el piso, ya que los cines de aquella época eran grandes y tenían una especie de desnivel, casi como un teatro», explicó. Este pequeño ajuste fue suficiente para adaptar el espacio a su nueva función como discoteca, sin alterar significativamente la estructura original.

Lamentablemente, la historia de ese edificio tuvo un desenlace trágico. El pasado 8 de abril, durante una fiesta amenizada por el reconocido merenguero Rubby Pérez, ocurrió el colapso del techo del establecimiento. La caída causó la mu-3rt3 de 232 personas y dejó a más de 180 heridas, en uno de los desastres más devastadores en la historia reciente de la ciudad.

Las declaraciones de Espaillat aportan una perspectiva importante sobre las condiciones del inmueble antes del accidente, en un momento en que las investigaciones oficiales buscan esclarecer las causas exactas del colapso. Mientras tanto, la comunidad y las familias afectadas continúan buscando respuestas y justicia en medio de la tristeza por la pérdida de tantas vidas.

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